free hit counter
hit counter Ciudad de ilusiones

Ciudad de ilusiones

martes, junio 17, 2008


Le observaba, de lejos, día tras día, sentado en el banco de aquel parque. Cada mañana, a la misma hora, se colocaba en el mismo sitio y empezaba a leer su periódico. Primero lo ojeaba, despacito, y de atrás hacia delante. Curiosa forma de asimilar las dramáticas situaciones del día. Lo hacía así, porque de esta forma podía saborear mejor el cucurucho de crema, que siempre, siempre, se compraba para desayunar. Y cuando terminaba, se limpiaba con su pañuelo de ropa, iniciales bordadas con sumo cuidado en uno de sus extremos.

Giraba el periódico y empezaba a leer, ahora sí con suma atención, las noticias del día. Cuánta paz emanaba su figura. Qué tranquilidad se respiraba a su alrededor. Y así, despacito, se tiraba horas leyendo la misma página. Hasta daba cuenta del análisis que hacía de todas y cada una de las palabras del diario mediante los gestos de su cara. Parecía que le importaba el mundo.

El movimiento de sus ojos, y la circunferencia de su boca.

Muy pocas veces sonreía, se notaba que se lo tomaba en serio.

.................................. [El mundo, pensaba en alto, no está para tirar cohetes]
Y esta, su frase más preferida, recitaba a diario, sin cansarse. Hasta a veces, indignado, se levantaba de su banco de aquel parque y se marchaba por donde había venido. Preparándose para su cita del día siguiente. Y yo seguía observándole, de lejos, día tras día.